CASINOS: MUNDOS PERDIDOS
Los Casinos son lugares a los que asiste cualquier tipo de persona, hasta yo, el Gobernador de Colombia. Me llamo Gabriel Rodríguez, tengo esposa, dos hijos y lamentablemente soy adicto a los juegos de azar de los casinos. Les contare:
El pasado quince de Abril, como siempre salí del trabajo a las cuatro de la tarde y me dirigí hacia mi casa, por el camino me encontré con un amigo, Julio Gómez, el me pregunto que si esta tarde tenía algo que hacer, yo le conteste que no, pues este día no tenía ninguna reunión, el me comento que iba a un lugar especial en el cual se encontraría con unos amigos del colegio que yo hace años no había visto y me invito a acompañarlo, yo complacido acepte y de inmediato llame a mi mujer y le avise que saldría con unos amigos de mi infancia. Nos dirigimos “al lugar especial” en el que nos encontraríamos con nuestros amigos pero yo no sabía cuál era ese lugar así que le pregunte a Julito (Así era como lo llamaba de cariño) cual era el lugar al que nos dirigíamos, el me contesto que a un casino, yo había escuchado hablar de un casino pero jamás había entrado. Al llegar mire hacia arriba y en un gran letrero lleno de luces decía Casino Los Tréboles. Cuando entramos vi a muchas personas divirtiéndose y entre todas ellas estaba Andrés López, Hugo Sánchez y Javier Fernández, nuestros amigos, hasta donde estaban, nos saludamos muy amigablemente y nos dirigimos por unos tragos. Mientras tomábamos platicábamos acerca de nuestras vidas, cuando terminamos nos dirigimos hacia los juegos, allí me di cuenta que para los juegos tenía que gastar mucho dinero entonces me resigne a jugar pero mis amigos me convencieron. Mientras jugaba me di cuenta de que jugar me des estresaba. Mire mi reloj, eran como las once de la noche pero aun estaba en el casino yo de inmediato le dije a mis amigos que nos fuéramos por que ya era muy tarde. Nos despedimos y nos dirigimos a los carros cada uno se subió al suyo, cuando estaba en el carro revise mi billetera y solo tenía cinco mil pesos en efectivo yo muy preocupado encendí el carro me dirigí a mi casa. Cuando llegue mi esposa estaba en la sala muy preocupada esperándome y me pregunto dónde estaba yo muy asustado de que se enojara porque me había gastado el dinero en un casino le mentí y le dije que estábamos en la casa Julito ella me dijo bueno y fuimos a la habitación, allí me puse la pijama y me quede dormido de inmediato.
Al otro día me desperté y se me hizo tarde, llegue al trabajo a las siete y quince, quince minutos tarde pero eso no importo. Trabaje normalmente. Cuando salí del trabajo me dirigí nuevamente al casino buscando desestresarme, cuando llegue al casino recordé que solo tenía cinco mil pesos en efectivo así que use las tarjetas de créditos también me divertí mucho pero esta vez perdí mucho dinero, eso no me importo de todas maneras o estaba muy relajado y me gustaba ir.
Todas las tardes empecé a ir al casino y cada vez me iba peor así que perdía más dinero.
Mi mujer estaba cada vez mas enojada, cada día le sacaba una escusa diferente para que no se enterara de que me estaba gastando el dinero en el casino. Una noche cuando llegue a la casa mi mujer me esperaba y muy enojada me entrega el recibo de las tarjetas de crédito y me pregunto qué por que debía tanto yo mintiéndole le dije que había sacado el dinero para prestárselo a Jorge, un compañero del trabajo. Ella no muy convencida se fue a la habitación y se durmió.
Mire los recibos, era una suma total de $80’000.000. Asombrado me dirigí a la habitación pero no pude dormir en toda la noche por estar pensando en cómo iba a pagar los recibos de las tarjetas de crédito.
Al día siguiente cuando llegue al trabajo, muy preocupado llame a Julito en busca de ayuda, el me dijo que nos encontráramos después del trabajo, el conocía un lugar en el que me podían prestar dinero para pagar las tarjetas de crédito.
Cuando salí me encontré con Julito y nos dirigimos al lugar del que él me había hablado. El lugar era una casa normal, cuando entramos me pidieron mi nombre, mi dirección y mi número telefónico, yo no quería entregar mis datos personales, Julito se dio cuenta y asintió con la cabeza en señal de que si los diera, entonces los di. Luego me preguntaron qué cuánto dinero necesitaba yo les dije que necesitaba 90’000.000, se que el dinero para las tarjetas es 80’000.000 pero el resto es para los gastos familiares. Me hicieron firmar unos papeles y me entregaron el dinero pero también me dijeron que tenía un mes para pagar. Sin importarme salí de la casa y me desplace hacia el banco para pagar las tarjetas, llegue al banco y afortunadamente no había tanta fila así que salí del banco rápido y me fui a mi casa a descansar.
Ya no iba al casino así que todo iba bien pero un mes se paso muy rápido y a mí se me había olvidado por completo que tenía que pagar 90’000.000 y aun no me habían pagado.
Una tarde cuando regrese del trabajo cuando llegue a mi casa todo estaba desordenado y no estaba ni mi mujer ni mis hijos. Yo muy asustado los busque por toda la casa pero no estaban. De repente recibí una llamada desconocida, conteste, era un señor, me dijo que tenía secuestrados a mis hijos y a mi esposa también me dijo que si llamaba a la policía los mataría y que no me los entregaría a menos de que yo le pagara los $90’000.000 que le debía inmediatamente me di cuenta que era la misma persona que me había prestado el dinero para las tarjetas de crédito y recordé que ya se había pasado la fecha en la que le tenía que devolver el dinero y sin decir más me colgó la llamada.
Yo preocupado llame a todos mis amigos pero ninguno estuvo allí para apoyarme ni ayudarme, eso me desilusiono así que se me ocurrió vender todos los inmuebles de la casa y pedir un adelanto de mi sueldo.
Milagrosamente recaude lo necesario y de inmediato llame al señor que tenía secuestrados a mis hijos y a mi esposa, me dijo que nos encontráramos en el parque principal a las seis de la tarde y que si no llegaba los asesinaría.
Yo muy nervioso, a las 5: 40 salí con rumbo al parque y llegue a las 5: 50 allí espere diez minutos y ví llegar a mis hijos y mi mujer acompañados con el señor del préstamo. Corrí hacia ellos, le devolví el dinero al señor, lo contó y dejo libre a mis hijos y a mi esposa. Luego llegamos a nuestra casa en la cual no había nada y muy felices nos saludamos, les pregunte como se encontraban y me dijeron que bien pero que muy asustados yo los abrase y les conté por que los habían secuestrado también les pedí perdón y ellos aceptaron.
Comenzamos de nuevo a decorar la casa y yo les prometí que jamás volvería a entrar en un casino y lo cumplí así que vivimos muy felices.
FIN.
Mariana Arévalo
Sexto Grado
___________________________________________________________Elecciones de alcaldía Bogotá 2012-2015
¿Habrá otro mal mandato? Sin duda, eso es lo que se preguntan los capitalinos cuando llega la hora de elegir al nuevo mandatario de la ciudad, ya que en el pasado mandato hubo todo un desastre; promesas incumplidas, aumento de la inseguridad, escándalos públicos y lo más probable: corrupción. El hecho más claro de esto “el carrusel de las contrataciones” con los Nule como principales aliados de el alcalde y su hermano; aunque esto no ha sido comprobado del todo es lo más probable, pues Bogotá está destruida por donde se le mire, hay desfalcos inmensos en su presupuesto, junto con la inseguridad que ha subido en exceso y sobre todo el dinero invertido en estudios para el gran sueño que ¿algún día comenzara?, como lo es el metro. Un proyecto casi sin fundamentos pero curiosamente respaldado por el gobierno.
pero sí de opinar se trata, antes de pensar en un avance tecnológico que tendrá a la cuidad en obra durante varios años, deberíamos pensar en destinar ese dinero o parte de él, en reforzar la seguridad social, sobre todo salud y educación.
Pero ya para entrar en tema, hay que mencionar que muchos apoyan a sus diferentes candidatos; cada uno tiene propuestas buenas como propuestas malas, a lo que hay que prestar mucha atención para no equivocarnos una vez más. Según dijo en el debate que tuvo el candidato por el partido verde, Enrique Peñalosa: “que si se iba a apoyar a Gustavo Petro era igual que seguir apoyando a Samuel moreno pues 15 años como miembro del congreso no eran suficientes para gobernar una ciudad con tanta problemática como lo es Bogotá”, a lo que Petro evadió el tema y se notó que no tuvo argumentos para defenderse. Pero a pesar de esto, no es una excusa válida juzgar a alguien por lo que hizo otro de su mismo partido (si fuera así, hace rato deberían haber desaparecido los liberales y los conservadores), ya que cada persona es diferente en su forma de gobierno y en su condición ética, por lo tanto, debo decir que cada uno tiene autonomía sobre su voto, pero pensemos bien lo que propone cada candidato; tanto el preferido como el de la oposición, sopesando sus propuestas y argumentos, además de analizar cómo se va a conformar su congreso, pues creo que nadie quiere vivir los mismo tres años de lo que se puede llamar un calvario.
Por Jorge Salamanca
Grado Octavo
